Recuperar el blanco de los electrodomesticos
Reciclaje de electrodomésticos cerca de mí
Los electrodomésticos más comunes en Suecia son las cocinas, los lavavajillas, las lavadoras y las secadoras. Por término medio, se utilizan durante 12 años antes de dejarlos para el reciclaje. En los últimos años se ha producido un desarrollo de la sustitución de sustancias peligrosas para el medio ambiente. Al mismo tiempo, los productos se vuelven más complejos al añadirse funciones más avanzadas. Los materiales y componentes cambian con el tiempo. En 2019, El-Kretsen llevó a cabo un análisis en profundidad de los electrodomésticos recogidos, que dio lugar a algunas estadísticas interesantes.
En 2020, recogimos unas 35.000 toneladas de productos de línea blanca. Esto se puede traducir en la recogida de unos 900.000 productos para su reciclaje. El hierro constituye la mayor parte, casi el 70%, de los materiales. Estos grandes electrodomésticos se encuentran entre los RAEE más fáciles de reciclar, ya que contienen menos materiales y, por lo general, también menos componentes peligrosos para el medio ambiente. Además, hay menos “tecnología inteligente”, lo que significa menos componentes como placas de circuitos y pantallas de visualización, es decir, menos productos que suelen contener metales preciosos. Sin embargo, no es de extrañar que la nueva tecnología digital se abra paso también en los electrodomésticos. Los productos lanzados en los últimos años son cada vez más avanzados y ahora contienen materiales que antes no se encontraban en los electrodomésticos.
Proceso de fabricación de electrodomésticos
Los expertos del sector señalan que la intensificación de los esfuerzos de China para impulsar el consumo de electrodomésticos ecológicos e inteligentes y la sustitución de los antiguos estimulará el poder adquisitivo de los consumidores, reforzará el crecimiento económico y fomentará un desarrollo sostenible y de alta calidad.
Sus comentarios se produjeron cuando el Informe de Trabajo del Gobierno de este año declaró que China continuará alentando a los gobiernos locales a promover el gasto en electrodomésticos verdes e inteligentes en las zonas rurales para reemplazar los viejos electrodomésticos como parte de un impulso más amplio para expandir la demanda interna y promover la recuperación sostenida del consumo.
La sustitución de los viejos electrodomésticos, con énfasis en la promoción del consumo verde, ha sido objeto de atención durante las dos sesiones de este año, las reuniones anuales del máximo órgano legislativo y de asesoramiento político de China.
Dong Mingzhu, diputada de la XIII Asamblea Popular Nacional y presidenta del gigante chino de electrodomésticos Gree, pidió que se redoblaran los esfuerzos para establecer cuanto antes una norma obligatoria sobre la vida útil de los electrodomésticos, promover el establecimiento de un sistema de reciclaje y eliminación de los aparatos domésticos desechados y regular el comercio de aparatos obsoletos.
Eliminación de electrodomésticos gratis
El reciclaje de electrodomésticos es el proceso de desmantelamiento de los residuos de electrodomésticos y el desguace de sus piezas para su reutilización. El reciclaje de electrodomésticos para su uso original o para otros fines, implica el desmontaje, la eliminación de los componentes peligrosos y la destrucción de los equipos para recuperar los materiales, generalmente mediante la trituración, la clasificación y el calibrado[1] El ritmo de desecho de los electrodomésticos ha aumentado con el avance tecnológico. Esta correlación lleva directamente a la cuestión de la eliminación adecuada. Los principales tipos de electrodomésticos que se reciclan son televisores, frigoríficos, aparatos de aire acondicionado, lavadoras y ordenadores. Cuando se reciclan los electrodomésticos, pueden considerarse recursos valiosos. Si se desechan de forma inadecuada, los electrodomésticos pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y envenenar los ecosistemas.
Una parte fundamental del reciclaje de electrodomésticos es el desmontaje manual de cada producto. En el desmontaje se eliminan los componentes peligrosos y se seleccionan las piezas reutilizables. Los procedimientos varían y dependen del tipo de aparato. La cantidad de componentes peligrosos que se pueden eliminar también depende del tipo de aparato. Los bajos índices de eliminación de componentes peligrosos reducen la posibilidad de reciclar materiales valiosos. Cada tipo de aparato tiene sus propias características y componentes. Esto hace que la caracterización de los aparatos sea esencial para clasificar y separar las piezas. La investigación sobre el desmantelamiento de aparatos se ha convertido en un área activa, con la intención de ayudar a que el reciclaje alcance la máxima eficiencia[2].
Reciclaje de electrodomésticos en Melbourne
El reciclaje de sus electrodomésticos no deseados puede ayudar a recuperar materiales valiosos como el metal y el plástico, así como otros recursos no renovables. Esto crea un circuito cerrado en la economía y da a estos materiales una nueva oportunidad de vida. La eliminación y el reciclaje adecuados también evitan que sustancias tóxicas, como los retardantes de llama, lleguen al medio ambiente.
Si sus electrodomésticos no deseados están en condiciones de funcionar, considere la posibilidad de venderlos o donarlos. Si hay que tirarlos, no deje los electrodomésticos en la acera. Póngase en contacto con su ayuntamiento para la recogida de residuos duros a granel o busque la estación de transferencia más cercana que acepte estos materiales.
Los electrodomésticos pueden repararse o desmontarse para recuperar los materiales reciclables. Los materiales que no puedan reciclarse se eliminarán de forma sostenible. El reciclaje seguro de los electrodomésticos implica, en primer lugar, la eliminación de cualquier material peligroso, como metales pesados, productos químicos o gases, del aparato. El metal de los electrodomésticos puede reciclarse repetidamente para fabricar nuevos productos. Durante el reciclaje, los electrodomésticos se trituran y se desmenuzan para ser reciclados. El cobre, el acero y los plásticos se recuperan y se vuelven a transformar en nuevos productos de metal y plástico.

